jueves, 3 de diciembre de 2015

¿Cuántos hombres y mujeres en el mundo entero, nos casamos y unimos nuestras vidas a una persona a la que en realidad no amamos o que no nos atrae físicamente? Solo porque a su lado obtendremos el bienestar económico que tanto deseamos y perseguimos, no importando que nos apartemos del verdadero amor y tarde o temprano, al darnos cuenta de lo que hemos hecho, de lo que hemos perdido, evocaremos con dolor lo que pudo haber sido.
Será frustrante y bastante doloroso, el continuar fingiendo un amor que no existe entre nosotros, el sexo se volverá insoportable, pasara de ser algo hermoso a horripilante ¡Sufriremos tanto interiormente! Pero, no renunciaremos a las comodidades, al lujo, al bien vivir, por una debilidad sentimental llamada amor ¡El dinero lo compensa y compra, todo! ¡Que ha de importar el asco o la vergüenza! ¡Que sepan todos que somos felices, aunque sea solo en apariencia! Defendiendo al gremio femenil, alzas la voz desde la cocina o el cuarto de lavado al escucharme quejar en voz alta en el baño, concordando con lo que muchas mujeres casadas por ahí dicen que es más que la puritita verdad, sobre que algunos hombres al casarse, lo único que  buscamos es: amante, sirvienta, lavandera, amiga, compañera y ¡Hasta madre, gratis!

¿Y la mujer? Te pregunto, y a su vez, afirmo de forma sarcástica, solo busca, alguien a quien tratar de manipular, si se deja; a un burro que trabaje, un Güey para que la mantenga, vista y calce y a un mono que la entretenga. Respondes ofendida con que algunos hombres, perdemos el respeto por la pareja, descarándonos, demostrándonos tal cual somos, aventando la ropa por donde sea al cambiarnos después de bañarnos o antes de irnos a dormir, sin levantar el asiento de la taza del baño al orinar, aun sabiendo como esto molesta a las damas ¿Y qué hay de las mujeres? (Defiendo ahora yo como macho a los hombres molesto) Que se olvidan para siempre de su apariencia, sin volver a arreglarse o perfumarse para ellas o su pareja, ya no se pintan, ya no se peinan ¿Para qué? Dicen, si él en mí ya no se fija ¿Será por esto que uno se aleja, será por eso que ella se olvida? 
¿Será por esto que se engañan uno al otro?
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