Claro que por supuesto que me encuentro consiente,
que también nosotros los hombres cooperamos con nuestro enorme costal de
granitos de arena, para llevar al naufragio nuestro matrimonio, con nuestras
continúas parrandas e infidelidades, dejándonos atrapar por la obesidad al
olvidarnos de hacer ejercicio, irnos a las cantinas para dedicarnos a tomar
cerveza, vegetando en casa cuando se descansa, mirando televisión todos los
días festivos o fines de semana, sin llevar más a pasear a la familia, el in-comprender la lucha diaria que sostiene la mujer en el hogar, ignorando sus
sentimientos, no dando paso a la razón, destruyendo la confianza, cerrando los
oídos a la comunicación, tan importante y necesaria para definir el rumbo de
nuestra embarcación, llamada unión libre, noviazgo, “amistad” amor o matrimonio, haciendo caso omiso para
rescatarlo de entre los problemas, trampas, vicios o adversidades de la
existencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario