Cada ser
humano, en este planeta llamado tierra, nos cuenta su versión de cómo le va en la gran feria existencial
y el día de hoy, me toca desahogarme con la transcripción de nuestra dulce-amarga historia
matrimonial, ya te tocara a ti narrar la tuya, si así lo decides algún día, dejando la cobardía y la timidez a un lado, y como siempre
sucede, al final, al comparar las dos versiones, la verdad sobre saldrá de
entre las mentiras y el engaño. Recapitulando "amor eterno", recordé una
ocasión que leí en un antiguo libro, una muy, pero muy vieja leyenda, que cuenta,
que, a la mujer casada, a lo largo de su vida, se le presentará la oportunidad
de usar uno de dos anillos y que con el que más se identifique, será el que la
poseerá por toda su existencia material y mundana, llegando, el hombre
enamorado, a descubrirlo puesto en el dedo de su amada, solo, con los
verdaderos ojos del alma.
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